El caño de escape es uno de los elementos del auto que más expuesto está. Debido a esto, puede presentar problemas que siempre es importante saber detectar a tiempo.

 

El sistema de escape está compuesto por diferentes piezas que, con el correr del tiempo, se deterioran y oxidan.

 

Al estar en la parte inferior del auto, es de los más vulnerables a los golpes. Piedras y objetos tirados en la ruta o caminos, pueden ser motivo suficiente para romper alguna parte del escape.

 

Te contamos las roturas más frecuentes del escape:

 

Gomas de sujeción: Las gomas que sujetan alguna parte del escape están rotas o sueltas. Cuando pasa esto, notarás el ruido del tubo de escape suelto cuyas piezas de metal vibran y chocan contra los bajos del vehículo.

 

Juntas: En este caso, oirás un ruido en los bajos, generado por el choque de una pieza contra otra en el sistema de escape. Con la presencia de fugas a través de las juntas, no pasarás la VTV.

 

Caño perforado: Las perforaciones en alguna parte del escape pueden darse por corrosión del metal o algún golpe. Es fácil de detectar porque suele ir acompañado de alguna pérdida de gases de escape. En este caso el precio es variable según la parte del escape que esté mal.

 

Silenciador roto: En estos casos el ruido del escape será mayor cuanto más grande sea la abertura.

 

Catalizador roto: Una de las partes más caras del sistema de escape. Tiene piezas de cerámica que pueden romperse fácilmente con un mal golpe. Si este es tu caso, notarás un ruido a lata en el escape al chocar los pedazos sueltos con el recubrimiento de acero.

 

Problemas con el caño de escape: Oirás un ruido metálico, pero lejos del escape. Sustituir un caño de escape es una rotura que puede ser muy cara.

 

 

Las roturas en el escape son fáciles de notar porque producen ruidos que pueden llegar a ser muy molestos por su volumen.